Por: Ángel Moreta.
En la República Dominicana, en los últimos tiempos sectores de derecha neoliberales, se ufanan de nacionalistas. Evidentemente se trata de un falso nacionalismo, totalmente desequilibrado, que siembra cotidianamente el odio entre las dos sociedades, haitiana y dominicana. Los falsos nacionalistas dominicanos, es decir, derechistas consuetudinarios que tienen la ilusión de que representan algo real en la política dominicana, se han encargado y especializado en propagar ideología falsa y negativa sobre la inmigración haitiana hacia la República Dominicana.
Esta ideología falsa, de tanto repetir sus contenidos negativos en los medios de comunicación, se ha convertido en una verdadera carga mediática engañosa, que persigue influir en el animo del pueblo dominicano y conformar su mentalidad en el sentido de negatividad de los inmigrantes. Esos sectores son insignificantes, viven de esa temática para dar la impresión de que representan una corriente moderna de pensamiento, revolucionaria, que habla de soberanía de manera falsa y sin fundamento.
Engañan en un doble sentido: 1. distorsionan la realidad existente sobre el tema; 2. crean animosidad especulativa y falsifican la verdad histórica. No tienen moral, ya que sus hechos contradicen sus discursos añejos y sin contenido sociológico y antropológico. Y decimos doble moral, porque estos círculos derechistas están incluidos en la esfera de la grave y tradicional corrupción en la República Dominicana. Esos falsos sujetos engendran una praxis de falsos discursos, y pretenden crear una apariencia ideológica para engañar a la sociedad, pero ellos mismos participan de actos de corrupción, como por ejemplo el leonino contrato para aplicar rayos x a los furgones y cargas aduanales, lucrándose con decenas de millones de dolares bajo el tráfico de influencias. Además, postulan y defienden la privatización total de los servicios y la economía dominicana.
La carga ideológica de estos falsos nacionalistas contra la inmigración haitiana ha llegado por los medios de comunicación a influir en la mentalidad del pueblo, y por ende, ha creado niveles de violencia sobre los cuales las autoridades no establecen medidas sancionadoras conforme a nuestras leyes penales. Es decir, que la tolerancia de las autoridades y la carga ideológica mediática, divulgada cotidianamente, han creado condiciones mentales adversas a dicha inmigración.
Es un hecho sociológico, es decir, un hecho que amerita ser estudiado, pues es distintas regiones de la República Dominicana se han producido en los últimos tiempos episodios de violencia verdaderamente lamentables, de resultados vergonzosos que atentan contra convenciones internacionales, las leyes internas y la Carta de la OEA. Todo ello hace que la presente situación sea muy delicada, ya que en la práctica se manifiestan niveles de etnocentrismo, barbarie, violación de Derechos Humanos y tolerancia oficial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario